El 26% de los emprendimientos de México sufrieron algún ciberataque el año pasado. Ello representa en promedio $279 mil pesos por ataque para las empresas afectadas. Pero ¿a qué se debe esto? Con la llegada de la pandemia y la migración a espacios digitales las empresas tuvieron que adaptarse a una nueva forma de trabajo. Sin embargo, dejaron de lado un aspecto fundamental al momento de realizar esta migración: la ciberseguridad.
Aunque, con el panorama actual, los casos de ciberataque han incrementado, lo cierto es que en el país existe una tendencia a dejar de lado este tipo de seguridad. Son muy pocos los emprendimientos o startups mexicanos que optan por implementar un software de ciberseguridad que proteja su data en los primeros años de gestación de la empresa. Esto se debe a que muchas empresas prefieren optar por invertir el dinero que tienen en otros aspectos que les posibiliten un mayor crecimiento. Y del 65% de startups que si invierte en ciberseguridad, estas destinan tan sólo entre 1 y 5% de su presupuesto para la protección de sus datos. Sin embargo, ello representa un gran error, dado que los vuelve vulnerables a cualquier tipo de crímenes digitales.
Un futuro cada vez más digital
La expectativa es que haya 300 millones de dispositivos conectados en México para el 2025 y que el 94% de ese poder de computación esté en la nube, de acuerdo con el informe realizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y McKinsey & Company. Ante ello, resultará fundamental que las compañías refuercen sus estrategias de protección de datos en tanto se verán incluso más vulnerables a:
Phishing e ingeniería social: principalmente debido al aumento del trabajo a distancia, estas dos técnicas clásicas de extorsión seguirán siendo efectivas y dejando cada vez más víctimas corporativas e individuales.
Aumento de la complejidad de estructuras digitales: la nube se expandirá aún más en los próximos meses, así como el uso de contenedores y serverless, lo cual aumentará considerablemente la superficie de ataque de la red corporativa.
Aumento de la movilidad: hay cada vez más dispositivos conectados a la red de las empresas, además, la IoT crece cada vez más. Esta tendencia también influirá en el aumento de la exposición de las empresas y usuarios a posibles ataques.
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